lunes, 8 de diciembre de 2008

Oportunidades se ofrecen

No me gustaría que por lo que voy a escribir a continuación alguien me tildara de incoherente.
Para eso ya hay gente haciendo cola y habría que organizarse.
Pero estuve pensando que primeras impresiones no siempre son buenas. Si, ya se que suelo decir todo lo contrario. Pero eso es amparada en un sexto sentido que poseo (raro,pero algunos lo tienen, yo entre muchos) de poder detectar sólo con una mirada cómo es una persona.
En este caso tengo que admitir que yo no estaba bien predispuesta dada la situación.
Hablo específicamente de la primera impresión que me hice del terapeuta que antes comenté en otra entrada.
Es poco profesional posiblemente que me haya ofrecido los bidones con el famoso líquido para adelgazar. Puedo admitir eso. Pero bueno, tampoco nos pongamos tan puntillosos. Capáz le desperté algun tipo de confianza por la cual se sintió en la "libertad" de ofrecerme algo que el consideraba yo iba a apreciar. Es una posibilidad o no?
Total que si ya empecé algo debería terminarlo. Y si mi cabeza está buscando una excusa para huír de la terapia no debería yo hacérsela fácil (a mi mente digo).
Por lo tanto me parece más maduro tomarme tiempo para una segunda impresión.
Dado que ya tengo la cita, que me había prometido hacer algo para cambiar este estado de desequilibrio (totalmente momentaneo seguramente) tan incómodo, que dije a diestra y siniestra que había empezado una terapia y todo el mundo me va a preguntar cómo me fue, lo más sensato es ir a la próxima sesión.
Igual tema no me va a faltar. Obviando que no mencionaré siquiera mi incomodidad por la oferta de los bidones.
Puedo hablar de tantas otras cosas como lo indignada que estoy de que esta Cecilia Milone de vuelta ande enredada con un tipo casado, o de que una de las madres del dolor haya comentado que cuando la encontró a Cristina en un acto político y le preguntó por qué no las recibía ella le contestara que porque son muy agresivas, o la fantochada que hace este Omar Chaván por todos los medios en su postura de víctima.
Eso si no tuviera yo intención de abordar temas personales. Que no es el caso.
Podría tranquilamente describir en detalle esa opresión que me provoca en la garanta la cantidad de veces que empiezo algo cada día y soy interrumpida por mis seres queridos que les importa nada que estoy haciendo y piden, y piden, y piden!
O lo que me irrita esa actitud de policía frustrado que tiene mi marido que como agente encubierto está detrás de cada comentario, acto o conversación telefónica acotando, preguntando o asumiendo cosas que su imaginación le dicta desacertadamente.
O de los fantasmas que me acechan cada hora en forma de pensamientos que hacen ruido dentro de mi cabeza y no me dejan vivir en paz.
Lo que es seguro que rumbeo el martes mismo para el consultorio , entro con cara de aquí no ha pasado nada y que se agarre este tipo.
Se va a ganar cada centavo de la tarifa sin descuento de obra social que me cobra.
Cada centavo!

No hay comentarios: