miércoles, 31 de diciembre de 2008

Como una geisha

Entro y leo este post y me quedo pensando.
Si, lo juro!!!
Pensando cuan poco uno se ocupa de uno. Incluso cuando ese uno es una misma bah.
Y vuelvo a entrar en la página y saco la conclusión de que cómo uno se decida a vivir la vida así será.
Acaso es tan difícil tener piel de seda? O movimientos de gata? O aprender a hacer un streeptease?
Y no me convenzo ni a mi misma. Ni a la mi que esta en la cabeza nomás. A la mi de mentirita que a veces me animo a soñar que soy.
Rápidamente me viene la idea de que uno es como es. Se nace o no se nace de tal o cual manera.
Acto seguido toda la parafernaria feminista que a veces me ayuda. Que me quieran como soy. Por lo que soy.
Y la duda cruel: y si no alcanza?????
Entonces me propongo un poco de cotillón para ser una femme fatal aunque sea por un rato. Ensayo una voz impostada que se me antoja pega con la palabra aterciopelada.
Echo mano de un par de movimientos que veo que otras hacen y yo no suelo. Juego. Pero todo en la mente. Todo en la soledad de estar sola.
Me enoja que me parezca un buen plan ser como son las "geishas" de mi cabeza. Serlo sería como aceptar ciertos sometimientos que no estoy dispuesta si lo pienso dos segundos. Entonces???
Por qué tendrá tanto atractivo eso de querer ser lo que una no es?
Por qué pierdo tiempo siquiera en pensarlo? Y ni que decir de ese otro tiempo que pierdo escribiéndolo.
Seré una frustrada?
Para no dejar las cosas como inconclusas me asalta la solución que a veces uso para estos casos.
En otra vida.
si, definitivamente el traje de "geisha" no me queda en esta.
Paciencia.

No hay comentarios: