viernes, 19 de diciembre de 2008

Benditas fiestas

Esta es una sesión hecha por mí y para mí.
Decidí no pagar para andar llorando sobre las fiestas de fin de año al menos.
Así que en esto me arreglo sola, que andar dando vueltas!
Ahi va como chorrera lo que me provocan estas fiestas. Y luego podría intentar tirarlo al mar en una botella a ver que recibo en unos años. Tal vez una publicación en algun semanario de Portugal o la respuesta del mismísimo otro mundo. Eso tienen las cosas locas. Nunca uno sabe en qué resultarán.
De chica me gustaban las fiestas ? Noooooo.
Por qué? Porque mi familia fue, es y será conflictiva. Imagine el lector una mesa graaannnddee rodeada de tías y abuelas, de sobrinos y nietos, de amigos de los amigos, cuñadas, novias, esposos y muchos niños.
A eso agregesé que pocos se llevaban bien o sentían real empatía por el otro. Que se veían poco y transmitían arbitrariamente lo que unos decían de aquellos. Cóctel letal si se lo riega con algo de sidra dulce.
Pasó el tiempo y también los familiares aquellos. Ahora están estos. Nuevas abuelas y nietos, y cuñadas y encima se agregan nueras y yernos que antes no eran una presencia en mi vida y ahora si.
Pero siguen siendo estas épocas del año tiempos tristes.
Que la abuela se murió la muy yegua y yo la extraño. Lo de mi viejo y la operación y la puta culpa que tengo por no haber ido ese día pensando que mejor sería ir el día que le dieran el alta para ser más útil. Y eso que me lo pidió.
El abuelo también muerto y el recuerdo que se empecina.
Las sonrisas forzadas, los gastos inútiles, la sensiblería barata, el árbol verde con la nieve que no nieva porque vivo en Salta y más arde que otra cosa.
Las expectativas de las cartas que no llegan y los abrazos que no se dan.
Los amigos, todos ellos en otras mesas y con otras copas. Los vecinos que siempre por la ventana parecen divertirse más que en casa.
Los perros histéricos que ladran y ladran por las luces, luego por los cohetes y luego porque se quedan nerviosos.
Las promesas no cumplidas de comer poco y no tomar. De esta vez pasarla realmente como valga la pena y no como el año pasado.
El irse a dormir con ese sabor amargo de algo que debió ser y no fue.
La certeza finalmente de que el año que viene será como este y no habrá Dios que cambie eso.
Si, las fiestas me pegan mal.
Se nota?

1 comentario:

Mariana dijo...

Hola Gente - Nunca entendía a esas personas que querían irse a dormir como un día cualquiera y no saber nada de la Navidad.
Nunca hasta hoy!! Ayer mis hermosos hijos me dicen que no quieren pasar Navidad con migo, que se quieren ir con su papá. Un puñal por la espalda senti, me siento abandonada. Las mamás que estamos siempre, y cuando digo siempre es SIEMPRE!!!!! NO me siento valorada - ni querida ni nada por mis hijos.
Para que crecen? Quiero borrar lo que escuche ayer. Como?? no se tal vaz llendo a dormir más temprano. Mi psicóloga me dice que los deje ir, que le de de su propia medicina, mi corazón quiere lo contrario, quiero estar con mis hijos en esta noche tan especial, de tantos sentimientos, recuerdos y dolores.
Los llamare