sábado, 6 de diciembre de 2008

Al fín en el diván

Y si. Finalmente todo llega.
No fue fácil pero allí estuve. Cargada de prejuicios y emociones encontradas me senté frente a un desconocido con la intención de mostrarle de qué estoy hecha.
Yo sabía que no iba a ser fácil. Pero no me imaginé que iba a ser "así".
El tipo bien, la voz sólo me chocó un poco. Pero bueno, nadie puede ser pefecto verdad?
Hay algunas cosas que las tengo claras de hace rato y más vale contarlas ráido para acortar caminos.
Arremetí con lo de hija mayor, padre machista, madre poco afectuosa, abuela omnipresente, autosuficiencia heredada, hermana envidiosa. Lo básico digamos del entorno.
El terapeuta me miraba callado. Yo no se si no entendía, si estaba distraído, si pensaba en otra cosa. Vaya a saber. Capaz es una técnica piscológica.
Toma aire y me pregunta: Cuál es tu problema?
Ahí tuve la certeza de que no me había escuchado.
Yo, paciente (en los dos sentidos): cómo que cuál es el probema? Usted imagina sólo por un minuto lo que es cargar con las expectativas de toda esta gente? La presión que significa no haber sido el hijo varón que mi viejo necesitaba? Esperar y esperar que mi mamá registrara mi presencia? Hacer de monito pochoclero a mi abuela por ser "la luz de mis ojos"? Lidiar con una hermana que me veía como el enemigo público número uno?
Eso lo entiendo me dice por lo bajo. Esos son los problemas de ELLOS. Yo pregunté cuál era el problema TUYO.
Y me dejó así sin palabras. Un poco confundida a que negar.
No tan confundida claro como cuando acto seguido me ofrece un bidón con un líquido fantástico para reducir las grasas localizadas. Él jura haberlo probado y haber comprobado resultados inmediatos y asombrosos.
Me miraba la panza o era un acto de persecución mía nunca lo sabré.
No es que no crea yo en los tratamientos localizados. Ni que esté en contra de la belleza estructurada de toda flaca es feliz. Para nada.
Pero este tipo me vio la cara de gorda a mí?
Estoy gorda yo?
Parece que soy socia del llame ya?
Salí peor de lo que entré. Todas mis ilusiones de poner en orden mi cabeza se fueron con el bidón.
Y ahora?

No hay comentarios: